
Uno de los procesos más importantes en la elaboración de tapones de corcho es su pulido y acabado. El objetivo es dar la forma final al corcho para los diferentes tipos de vino, además de asegurar su consistencia y tamaño. Un mal acabado implica una inserción irregular del tapón y una posible extracción dificultosa o problemática.
Por eso, es importante que los tapones de corcho cuenten con un acabado perfecto para asegurar que la experiencia del consumidor sea la esperada, y que el vino no sufra efectos externos que puedan comprometer su consumo.
Problemas comunes con los acabados de un tapón de corcho
A pesar de que la calidad del vino espumoso y la experiencia en su consumo dependen en buena medida de un buen tapón de corcho que asegure su correcto cierre, lo cierto es que, en ocasiones, se producen acabados imperfectos que no siempre consiguen ese objetivo.
En este sentido, los problemas más comunes en los acabados de un tapón de corcho pueden ser de varios tipos:
- Estéticos, que en principio solo afectan al propio diseño del corcho, sin consecuencias para la calidad del vino. Normalmente, problemas de un mal cilindrado del tapón.
- Técnicos, es decir, los problemas técnicos que ocasiona un mal acabado del tapón son posible pérdida de gas debido a un acabado superficial rayado en la parte cilíndrica del tapón. Una respuesta inadecuada en el proceso de embotellado y descorchado debido a un exceso de rugosidad del tapón. Finalmente una mala orientación en la línea debido a una mala formación del biselado.
Procesos de pulido y acabado
En el pulido y acabado de los tapones de corcho intervienen varios procesos que permiten obtener un resultado adecuado para asegurar la calidad y experiencia de los vinos espumosos.
Limpiado, esterilizado y secado
La limpieza previa del corcho es esencial antes de la elaboración del tapón.
A través de procesos especiales y respetuosos con el medio ambiente, se limpia y esteriliza el corcho. De esta manera, se eliminan los posibles microorganismos que lo podrían contaminar.Posteriormente, se procede a un secado para reducir rápidamente la humedad y eliminar el riesgo de desarrollo de hongos. La humedad de las piezas se controla hasta mantenerla dentro de los parámetros adecuados para su conservación (entre un 4 y un 8 por ciento). Este proceso se puede realizar con calor (estufas) o en cámaras con mucha ventilación.
Formación y pulido
Tras triturar el corcho en gránulos, este es unificado de nuevo para formar el mango del tapón mediante un proceso de compresión y ligado con una cola especial apta para productos alimentarios.
Esta operación es fundamental para obtener el mango del tapón con una composición y densidad uniforme que permita crear el cuerpo principal al que se le adherirá los discos de corcho natural.
Para que los tapones tengan las dimensiones correctas y una forma totalmente cilíndrica, es necesario realizar uno o varios pulidos tras el ensamblaje final.
Un mal control del proceso de pulido puede conllevar tapones rayados o rugosos.
Para un buen acabado superficial hace falta pulir el tapón en varias etapas, comenzando por un desbastado de la superficie del tapón hasta llegar a la última etapa de rectificación de la superficie del tapón con una banda de esmeril muy fina.
Biselado
Los tapones de corcho para vinos espumosos tienen un biselado en la parte superior que se realiza mediante máquinas especiales.
Para que el biselado se realice de forma correcta, estas máquinas disponen de una banda abrasiva plana que está inclinada 45 grados con respecto al eje de revolución del tapón. Los tapones se pasan rodando por una guía y, a medida que llegan a la altura de la banda abrasiva, se produce el biselado en una de sus caras.
Este biselado se puede presentar en diversos tamaños siendo el más común alrededor de 4 mm.
Tratamiento de superficie
El tratamiento final de la superficie es un punto esencial para garantizar un embotellado suave y fluido con una regularidad de fuerzas de compresión e inserción vitales para un buen funcionamiento en la línea de embotellado.
Una excesiva resistencia del tapón contra el cuello de la botella durante el proceso de embotellado puede provocar roturas del tapón o de la propia botella.
Para eliminar esta fricción, todos los tapones para espumosos son tratados con una ligera capa de silicona elastomérica apta para contacto alimentario que permite introducir con suavidad el tapón en el cuello de la botella.
Este tratamiento se puede ajustar en función de las necesidades específicas de cada bodega para que este tenga el acabado exacto que deseamos. Recuerda que un correcto siliconado implica un adecuado descorchado de la botella, muy importante para una buena experiencia del consumidor.
Claves a recordar
Aunque se está trabajando en la puesta en marcha de estándares que aseguren su calidad, lo cierto es que, en la actualidad, cada fabricante utiliza sus propios procesos internos para la producción, lo cual no siempre garantiza un acabado perfecto. Por esta razón, es importante contar con un proveedor de calidad con experiencia en el sector y especializado en tapones para vinos espumosos.
En TESA aplicamos los más estrictos controles de calidad en la fabricación y producción de tapones de corcho para vinos espumosos. El secreto de nuestros tapones reside en una selección escrupulosa de las materias primas y los controles de calidad a los que se someten en todas las etapas del proceso.
Si quieres más información puedes ponerte en contacto con nosotros y estaremos encantados de ayudarte.