El corcho natural es una materia muy conocida y usada en diversas industrias por la calidad y la variedad de propiedades de este material, pero además es también uno de los mayores combatientes contra el enemigo número uno de la industria vinícola: el peligroso calentamiento global.
A continuación te detallamos todas las formas en las que esta materia ayuda al planeta y por las que se ha convertido en uno de los reyes contra el cambio climático.
La emergencia del cambio climático
Como sabes el planeta se encuentra en un momento crítico a nivel medioambiental por culpa de las acciones directas o indirectas de los seres humanos.
Hemos sostenido durante años acciones ultra-nocivas como la quema de combustibles fósiles, la tala de grandes superficies de bosque o el uso de fertilizantes y productos químicos que han alterado ecosistemas enteros.
Las consecuencias aún son desconocidas pero ya estamos sufriendo algunas de ellas. Como por ejemplo el aumento de largos periodos de sequía con épocas de lluvias concentradas, chubascos cada vez más torrenciales y/o con granizo, alteración de las estaciones con climas cada vez más impredecibles, u olas de calor y de frío cada vez más extremas.
Es evidente que uno de los sectores más afectados es el agricultor dentro del cual se encuentra el vinícola que cada vez encuentra mayores dificultades y catástrofes ambientales que dificultan enormemente su producción y su rentabilidad.
Pero aún hay más, algunas de las consecuencias futuras que ya han sido demostradas por la comunidad científica son:
- Aumento de la temperatura global, hasta 4,5º más en España en las próximas décadas.
- Descenso de la cantidad y calidad hidrográfica. Algunos ríos en España llegarán a perder hasta el 50% de su cauce.
- Aumento del nivel del mar de hasta 4mm por año.
La situación es grave. Por eso tantos países y expertos mundiales se están coordinando para tratar de encontrar soluciones como en el protocolo de Kioto, por desgracia los países con mayores índices de emisión de gases de efecto invernadero no han querido unirse a estos acuerdos por lo que finalmente el pacto sólo afectará a menos de un 12% de la contaminación mundial.
Tu aliado contra el cambio climático: ¿Cómo ayuda el corcho a revertir el calentamiento global?
La industria vinícola tiene varios retos y factores de riesgo a los que se enfrenta a diario, pero ninguno de ellos es tan temido y dañino como el calentamiento global.
En los últimos años la industria ha sufrido daños en los viñedos relacionados directamente con el cambio climático y pérdidas por valor de millones de dólares a nivel mundial. Es por ello que el cambio climático es considerado el enemigo número uno de la industria vinícola.
Es aquí donde el corcho se hace tan relevante. No sólo porque ha demostrado ser el mejor sistema hasta la fecha para taponar y proteger los vinos de calidad, si no también porque juega un importantísimo papel para protegerlo contra el destructivo calentamiento global.
Estas son algunas de las muchas manera en las que el corcho y su industria luchan activamente contra el cambio climático:
Es un producto 100 % natural y sostenible
El corcho es la corteza del alcornoque (quercus suber).
Su forma de obtención consiste en la extracción periódica de la materia que recubre el tronco sin causar apenas daños en el árbol, tras lo cual comienza un periodo de regeneración de esta materia que suele durar, dependiendo de la región geográfica, de nueve a catorce años, hasta alcanzar las cualidades para una nueva extracción.
Este proceso de formación y extracción del corcho es totalmente natural y sostenible, muy parecido a la recolección hortofrutícola, durante el cual el árbol mantiene todas sus propiedades y funciones vitales.
Su huella de carbono es negativa, es decir, positiva para el planeta
La mayor fuente de alimento para nuestro enemigo el calentamiento global es el CO2. Es por ello que cada día tratamos de reducir más los niveles y límites de emisión de estos gases tan contaminantes.
La huella de carbono de la industria del corcho ha demostrado ser negativa, es decir, que absorbemos más CO2 del que emitimos. Esto quiere decir que esta industria sirve como “filtro purificador” de aquellas otras cuya huella de carbono es positiva, y que por desgracia son la mayoría.
Además los bosques de alcornoque absorben y fijan más CO2 que otros tipos de bosque. Dado que estos se consideran fuentes productivas útiles para el ser humano, la industria corchera ha conseguido proteger de la deforestación millones de hectáreas de bosque que se calcula que retienen y fijan alrededor de 14 millones de toneladas de CO2 al año.
A esto hay que añadir que durante el proceso de extracción del corcho, el árbol no cesa su actividad en ningún momento, por lo que los bosques actúan como un verdadero filtro purificador del aire del planeta durante 365 días al año.
Por último, pero no menos importante, el corcho es una materia 100% natural, al usarla como tapón, estamos ahorrando a la atmósfera las enormes cantidades de CO2 derivadas de la industria del plástico o la siderúrgica, las cuales se calcula que son más de 10 veces mayores.
Esto hace que la reducción de emisiones sea doble al elegir el corcho como materia prima para nuestro producto.
Evita la desertificación y retiene el agua
El alcornoque tiene una alta capacidad de retener agua en su interior y de equilibrar la humedad a su alrededor, esto hace que su huella hídrica sea muy positiva para su ecosistema, ayudando enormemente a regularlo, protegerlo y conservarlo.
De su huella hídrica y de su alta resistencia a los incendios deriva otra de sus más importantes cualidades, su lucha contra la peligrosa desertificación que cada vez amenaza con destruir más ecosistemas naturales, especialmente en el tipo de entorno mediterráneo con tendencia árida donde el alcornoque suele crecer.
No hay que olvidar que la desertificación es otro de los graves problemas relacionados con el calentamiento global al que nos enfrentamos.
Por último cabe destacar la función de protección que el alcornoque ejerce frente a las, cada vez más frecuentes, lluvias torrenciales, riadas e inundaciones. Gracias a la forma en la que compacta el suelo y filtra el agua, estos árboles dotan de una mayor resistencia a la base boscosa, fortaleciendo y protegiendo a toda la flora y fauna que subsiste en ese ecosistema.
Protege a especies en peligro de extinción
Una de las mayores biodiversidades europeas la encontramos precisamente en los bosques de alcornoques. En ellos residen varias especies protegidas, como el lince ibérico. La preservación y el cuidado de estos frágiles entornos permite a muchas especies de enorme valor vivir en ecosistemas seguros y estables.
Plásticos, metales y otros materiales dañinos
Como ya hemos mencionado la producción de corcho natural deja una huella de carbono negativa que ayuda a eliminar el CO2 de la atmósfera.
Por el contrario, la fabricación de otras materias, como por ejemplo el plástico, conlleva una emisión de CO2 diez veces mayor.
El plástico es un material polivalente de producción muy barata lo que nos ha llevado durante años a una verdadera fiebre del plástico. A diferencia del corcho, el material plástico no se biodegrada y sus enormes vertidos en espacios naturales como los océanos nos ha traído ahora frente a otro de los mayores desafíos medioambientales a los que nos enfrentamos: la extrema contaminación por plásticos de nuestros mares y entornos naturales.
La elección de otros materiales como el metal conlleva también grandes daños para el planeta. Tanto las minas de bauxita de donde es extraído el aluminio, como la industria siderúrgica que lo procesa tienen niveles de polución que se encuentran entre los más altos a nivel global.
Es por ello que siempre que elegimos usar un material natural y sostenible como el corcho, estamos ayudando enormemente a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera y la contaminación de espacios con materias no biodegradables.
Corcho natural, material de futuro
Natural, reciclable y sostenible. El corcho representa una de las materias primas que más futuro tiene dada su versatilidad, sus enormes propiedades y sus efectos, no sólo inocuos para la salud del planeta, si no positivos.
Ya sea para tapones, en materiales arquitectónicos o domésticos, el corcho está cobrando cada vez más fama e importancia en la industria moderna y es sin duda uno de los líderes en esta nueva generación de materiales industriales sostenibles y ecológicos.
En TESA tenemos un alto grado de compromiso con nuestro planeta y los peligros del calentamiento global. Por eso en nuestras instalaciones usamos tecnología con una alta eficiencia energética, productos ecológicos y sobre todo, trabajamos el corcho natural 100%, una materia prima sostenible y ecológica.
Si quieres más información puedes ponerte en contacto con nosotros y estaremos encantados de ayudarte.