
Situado en el corazón del Penedès, cuna de algunos de los mejores vinos espumosos del mundo, se encuentra la bodega Recaredo, una bodega familiar con una larga tradición artesana mejorada generación tras generación.
En él, los descendientes de Recaredo Mata Figueres llevan años elaborando vinos espumosos con denominación de origen con una altísima calidad apreciada en todo el mundo.
Hoy hablamos con Magda Anton, directora de calidad de la bodega donde comenzó a trabajar en 1997.
¿Por qué es tan importante el corcho natural en vuestra producción?
En primer lugar, esta materia se ha usado de manera continua desde los comienzos de esta tradición y es un ingrediente imprescindible a la hora de crear un producto de alta calidad que busque transmitir al consumidor el paisaje y los sabores mediterráneos de donde procede.
En Recaredo usamos sólo tapones con mango de aglomerado con dos discos de corcho natural, este tipo de tapón es el escogido por los mejores productores de vino espumoso del mundo por varias ventajas importantes frente a otros modelos.
Primeramente es un producto natural que cumple totalmente con nuestros estándares de responsabilidad medioambiental. En nuestra bodega tenemos muy en cuenta el impacto de la industria en el medio ambiente, por eso materias orgánicas y naturales como el corcho encajan a la perfección en nuestro producto y método de fabricación.
Además la industria del corcho tiene una huella de carbono negativa, lo que ayuda a luchar contra el cambio climático y el calentamiento global. Al usar tapones con discos de corcho en lugar de microaglomerado, sabemos que también ayudamos a preservar esta industria que es un aliado en nuestra lucha por proteger nuestro planeta.
No hay que olvidar que el corcho es una industria “regenerativa” y no agresiva con el árbol de donde se extrae. Esto presenta un doble efecto positivo; hace que enormes extensiones de bosque se conserven y requieran de actividad humana durante todo el año, creando una fuerte industria en zonas rurales que ayuda mucho al desarrollo de la zona, generando empleo y preservando la naturaleza.
Otro de los grandes beneficios que nos ofrece únicamente el corcho es su excelente capacidad de oxigenación de nuestros vinos. En Recaredo tenemos largas crianzas que requieren de un sistema natural que ofrezca la mejor oxigenación posible a nuestros vinos con la menor “intrusión”. Recientes estudios han demostrado finalmente el comportamiento que tiene el corcho natural gracias a la prueba de la “quimioluminiscencia”. Esta prueba muestra un alto aporte inicial de oxígeno, perfecto para potenciar la etapa de fermentación, el cual va disminuyendo durante el proceso de manera gradual evitando “oxidar” el sabor. Por lo tanto, en las etapas más tardías de la crianza, un vino espumoso sellado con un tapón con discos de corcho natural tendrá menos oxígeno en su interior que uno sellado con chapa de metal o incluso uno criado con un tapón de microgranulado de corcho, ayudando a sacar todo el potencial de nuestro producto.

Por último, algo que también nos resulta muy interesante y valioso del corcho son las notas naturales que añade a nuestros vinos, muy valoradas por jueces y consumidores, y que no encontramos en los tapones de microaglomerado u otras materias.
El corcho natural ejerce una rica influencia aromática, estructural e incluso en el color final. En Recaredo valoramos mucho las esencias naturales que son añadidas gracias al corcho, porque aumentan y enriquecen los matices y la complejidad del sabor, que ofrece al consumidor una experiencia inmersiva en los paisajes mediterráneos donde nuestro producto nace.
¿Cuál es el resultado final?
Bueno, eso depende, en Recaredo tenemos una amplia variedad de espumosos y crianzas, y cada uno ofrece un diálogo único con el consumidor. Pero en general podemos decir que nuestros espumosos Corpinnat son maduros, complejos, elegantes y profundos, con una burbuja cremosa y suave, que se integra a la perfección. Y esto es, en cierta medida, gracias a los aportes naturales del corcho, como dicta la tradición.

Magda Anton es licenciada en Ciencias Químicas por la Universitat de Barcelona con un máster en Enología por la Universitat Rovira Virgili. Comenzó a trabajar en 1997 en la bodega Recaredo donde actualmente continúa desarrollando su labor como directora de calidad.
Si quieres más información puedes ponerte en contacto con nosotros y estaremos encantados de ayudarte.