La evolución en botella de los vinos espumosos constituye una fase crucial para que el consumidor final se encuentre frente a un producto de calidad. Pero en esta parte del proceso en la que el vino ya se encuentra en tiendas y supermercados, el productor ya no tiene control sobre lo que ocurre, la mayor parte de la conservación dependerá del tapón, la temperatura, la humedad y la luz.
Es por eso que resulta tan importante la correcta elección del tapón, sobre todo cuando estamos hablando de vinos espumosos. De entre todos los tipos de tapones que existen y que expondremos en este artículo, los de corcho natural son, sin duda, los más seguros y beneficiosos para asegurar la correcta conservación de los vinos espumosos. Te contamos por qué.
La evolución en botella de los vinos espumosos y el corcho natural
El corcho es un material de origen vegetal que lleva usándose para tapar las botellas de vino espumoso desde el siglo XVII. Si algo ha demostrado esta larga historia, es que el corcho proporciona una serie de beneficios para la óptima conservación de los vinos espumosos.
Los tapones de corcho destacan por las siguientes cualidades:
- Son respetuosos con el medio ambiente.
- Están fabricados de un material resistente a la vez que ligero.
- Funcionan como aislante térmico.
- Liberan la cantidad justa de oxígeno que el vino necesita para evolucionar de forma natural.
- No dejan que la humedad exterior llegue hasta dentro de la botella y eche a perder el producto formando moho.
Con esto en mente, vamos a repasar los tipos de tapones que existen para el embotellado de vinos, observando los beneficios e inconvenientes de cada uno de ellos.
Tapón de corcho natural de dos discos
Empezamos por el mejor. Sin ninguna duda, el tapón de más calidad para el vino espumoso es el de dos discos de corcho natural. Este tipo de tapón está compuesto por un cuerpo de granulado de corcho que puede ser de diferente calibre. Su particularidad consiste en que, en el extremo inferior, el que está en contacto con el vino, se encolan dos discos de corcho natural.
De este modo, el tapón de dos discos evita las fugas a la vez que no deja que el vino entre en contacto directo con el aglomerado. Así, el vino está dentro de la botella y solo entrará en contacto con este corcho, que es un material cien por cien natural.
Numerosos estudios demuestran que este tapón permite el mejor oxigenado del vino, cediendo la cantidad idónea de forma lenta y regular, a la vez que es capaz de retener el gas carbónico necesario. Estos aspectos mencionados son clave para garantizar la evolución natural del producto.
Incluso años después de su embotellado, los vinos que cuentan con un tapón de estas características se encuentran en las mejores condiciones para seguir siendo un producto de altísima calidad.
Tapón de corcho natural de un disco
Este sistema es muy similar al que acabamos de exponer, pero solo cuenta con un único disco de corcho natural, en vez de dos. Sus características, como cabe esperar, son similares, pero lo que se consigue suprimiendo uno de los discos es, básicamente, reducir el coste de cada tapón.
Al mismo tiempo, también baja un escalón en cuanto a la calidad que ofrece, puesto que el espacio entre el vino y el cuerpo aglomerado es menor, así como la cantidad de oxígeno que proporciona.
Sin embargo, sigue siendo un tapón seguro que puede conservar un buen vino durante un largo período de tiempo.
Esta es la opción que eligen muchos productores de vinos de buena calidad que quieren ajustar los costes.
Tapón de corcho microgranulado
Este tipo de tapón está hecho de granulado de corcho. Se trata de un material que se consigue tras un laborioso trabajo mediante el cual se conforma una especie de conglomerado. Este proceso da como resultado unos tapones homogéneos ya que no contienen grandes partes integradas por corcho natural.
En este caso, el vino entra en contacto directo con este aglomerado que contiene colas y aditivos que pueden pasar con el tiempo al vino espumoso, por lo que estos tapones suelen utilizarse en aquellos vinos que van a ser consumidos durante el mismo año de su producción. Cabe decir que la cola utilizada es totalmente segura para la salud, pero no es la mejor opción para la evolución de los vinos.
Tapón de corcho natural tratado con CO2 supercrítico
Este tapón está compuesto por un granulado de corcho que ha sido tratado a presión con un fluido de CO2 supercrítico. Este medio es muy utilizado en la industria alimentaria y, en el caso del corcho, sirve para limpiarlo. De hecho, elimina más de 150 sustancias que podrían ser perjudiciales para el vino.
Del mismo modo que se eliminan estas partículas posiblemente nocivas, también se pierden muchas de las cualidades beneficiosas del corcho. Puesto que se trata de un proceso algo agresivo con el material utilizado, éste pierde elasticidad y se hace necesaria la inclusión de unas microesferas de plástico para suplirlo, las cuales pueden pasar al vino espumoso.
Así pues, estos tapones no son completamente biodegradables, ya que contienen materiales sintéticos, como las ya nombradas esferas de plástico y la cola de poliuretano, que le da consistencia a la mezcla.
Tapón de plástico
Los tapones de plástico tienen unos inconvenientes obvios: no son biodegradables, aunque sí reciclables, y su porosidad es casi nula, lo que puede producir que el vino se asfixie. Además, cuando un consumidor ve un tapón de plástico, percibe ese vino como de baja calidad, así que su imagen en el mercado vinícola no es muy apreciada.
Como posible ventaja de este tipo de tapones se puede destacar que el plástico permite una personalización mayor del tapón, pudiendo elegir entre infinidad de colores y formas. Suelen ser una opción barata, que se utiliza en vinos de media o baja calidad que prevén ser consumidos en un corto espacio de tiempo.
Tapón de rosca metálica o plástica
Este sistema para sellar vinos es el de peor calidad que podemos encontrar en el mercado. Ya sea por que no dejan pasar el aire o porque lo dejan pasar demasiado, los tapones de rosca no permiten controlar en absoluto el oxigenado del vino una vez se encuentra en la botella, factor que entorpece e incluso interrumpe la evolución del vino.
Lo solemos encontrar en vinos generosos o vinos procedentes de bodegas que quieren ajustar al máximo los márgenes de beneficio.
Claves a recordar
Con todo lo expuesto en este artículo, no cabe duda de que la mejor opción a la hora de sellar una botella de vino espumoso es utilizar tapones de corcho natural. Pero todo dependerá de la calidad del vino producido y de su recorrido esperado en el mercado.
Así, si estamos hablando de vinos de alta calidad, no hay duda de que se debe optar por tapones con discos de corcho natural, que son los que garantizan un sellado óptimo que favorece enormemente la evolución del producto.
En el caso de los vinos espumosos, la calidad del tapón es todavía más relevante, puesto que estos vinos suelen evolucionar en la botella y el corcho es un material natural que permite el oxigenado perfecto a la vez que lo protege de agentes externos.
No es exagerado decir que la óptima evolución de un vino espumoso depende, en última instancia, de la calidad del tapón, y solamente el corcho natural garantiza el equilibrio que requiere este proceso.
En TESA llevamos años fabricando tapones exclusivos para vino espumoso y conocemos muy bien los buenos resultados que ofrece el corcho natural frente a cualquier otro tipo de material.
Por eso sólo fabricamos tapones de uno y dos discos de corcho natural, únicos capaces de ofrecer las condiciones naturales óptimas y las notas aromáticas más apreciadas por los expertos.
Si quieres más información puedes ponerte en contacto con nosotros y estaremos encantados de ayudarte.